La durabilidad es de 2 a 3 años según los ensayos de envejecimiento del material, en los que se ha expuesto a agentes naturales como el sol, humedad, agua, frío y calor extremos. Hay otros factores para los que la red no tiene filtros, como agentes corrosivos y ácidos que se encuentran en el aire dependiendo de la zona en que esté instalada.